El Proyecto Robinia se fundamenta en utilizar la educación ambiental para la prevención y control de flora exótica invasora. La ejecución del mismo abordará la problemática de la proliferación de especies de vegetación alóctona e invasora y la consiguiente pérdida de biodiversidad en los sistemas naturales. Para ello, se han seleccionado cuatro municipios de la Comunidad Autónoma de Cantabria, todos ellos amenazados con una notable pérdida de su riqueza natural si no se toman las medidas correctoras en un corto espacio de tiempo. Estos son Los Corrales, San Felices de Buelna, Cabezón de la Sal y Mazcuerras.
Se pretende comenzar la mejora de las condiciones actuales desde un punto de vista sistémico, utilizando como herramienta principal la educación ambiental. A través de ella, se pretende dotar a los gestores públicos y privados de una capacitación que incida en la protección y mejora del medio natural. En este sentido, el desarrollo metodológico implica una primera fase en la que se pretende crear un programa formativo destinado a responsables, técnicos y trabajadores municipales para dotarles de herramientas que favorezcan la prevención de la expansión de las especies de flora exótica invasora presentes en sus territorios. Seguidamente, en una segunda fase, se trabajará con viveros con el objeto de diseñar e implementar medidas de prevención para minimizar la comercialización de las especies objetivo.
Todas las acciones a desarrollar en el marco de esta propuesta se unen a otras que actualmente están en marcha y que se ejecutan a través del programa de voluntariado ambiental Proyecto Ríos. Éste contempla, entre sus fases de actuación, la adopción de medidas para resolver la problemática ambiental detectada en su fase de diagnóstico por los voluntarios.
El Proyecto Robinia es uno de los proyectos que financiará la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria al amparo de la Orden MED/9/2012.