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Celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente inspeccionando el río Ebro

[av_textblock size=» font_color=» color=»] Arceros, arberos y camberos, nos juntamon el pasado sábado 2 de junio en Arcera para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente.
El objetivo elaborar un diagnóstico del estado de conservación y biodiversidad del tramo del río Ebro de Arcera-Aroco, primera actividad del convenio de custodia del territorio firmado entre la asociación arcera y la Red Cambera.
Partimos del pilón del Barrio de Arriba, para a la altura de La Fuentuca, coger el camino que lleva a Trasdecampo, y de allí el sendero señalizado del Roble de los Tres Pies. En la pista de los pinos tomamos el antiguo camino de Arcera a La Aldea.
Por el camino nuestros expertos no cesaban de hacer paradas, un rastro de tasugo aquí, un “spa” de jabalíes allá, que si ese que se oye es el picapinos, ¡qué no!, que es el picarrelinchu, y así hasta llegar a la charca cercana al roble de los tres pies. Allí nuestros expertos en gusarapas y batracios intentaron sin mucho éxito conocer a sus inquilinos.
El Roble de los Tres Pies paciente aguardó nuestra llegada, nunca había recibido una visita tan numerosa y de tan ilustres visitantes; sólo recordaba otra no hace mucho tiempo, apenas un año, qué es un año en tan dilatada vida. No defraudó a nadie, e incluso superó las expectativas de muchos, que valoraron su hermoso porte, y vigorosidad para los años que tiene.
Desandamos el camino hasta el cortafuegos donde contemplamos el hermoso tramo boscoso del Ebro. Aún se distinguían fácilmente las cenicientas rebollas, cuyas hojas acababan de brotar de los centenarios robles albares que portaban un verde más intenso.
Proseguimos derechos pendiente abajo, alguna que otra culada, pero por fin alcanzamos el tan deseado Ebro, que para algunos sirvió para refrescar los recalentados tobillos de disco.
Los expertos en gusarapas, gusarapínes y maraballos de nuevo a la faena. Primer muestreo.
Proseguimos curso abajo observando los rastros de las nutrias en las rocas del río; el olor a tomillos y espliegos nos acompañó en este tramo en el que el camino sube un poco la ladera para evitar lo cerrado de la ribera. Es en esta zona donde los habitantes de Arcera venían con los carros de bueyes a coger las lajas de piedra para los dujus.
Segundo muestreo y cata de vinos, es la hora de la comida.
Próxima parada Aroco. Tercer muestreo, y cata de claras y cerveza en la Casa de Los Pastores, junto a la Iglesia de San Bartolomé, café e infusión con Veterano cortesía de Aroco.
Y lo que se baja se ha de volver a subir, paralelos al cerrado camino de Aroco a Arcera, pero esta vez de forma más liviana por la menor pendiente y lo entretenido de las paraditas botánicas; a la altura de las ruinas de La Casa de Concejo, un solitario y majestuoso “jerbal” aclamó la admiración de los expertos que nunca habían visto uno de tal porte, Sorbus domestica, raro para la zona.
Y así a la hora prevista 18h. de nuevo en el Pilón del Barrio de Arriba, intercambio de camisetas y e-mails, y foto de rigor hasta la próxima.
Más fotos en kukuprojekt.

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