Es evidente que la primavera ya no es lo que era y tenemos la sensación de pasar del invierno al verano sin darnos cuenta.
Estos episodios de calor extremo cada vez llegan antes, con mayor intensidad y durante más tiempo. Así lo estamos viviendo este año 2022 en los meses de mayo y junio. Esta nueva situación, en la que cada mes y año se superan cifras y baten récords de temperatura máximos, tiene efectos para el medio ambiente y, por lo tanto, para las personas.
Precisamente en junio hemos tenido la oportunidad de encadenar la celebración de varios días mundiales que tratan de poner el foco sobre los problemas que afectan al sistema en el que vivimos: del Medio Ambiente, de la lucha contra la Desertificación y la Sequía, de los Océanos, del Control de Plagas, entre otros. Han transcurrido 50 años de la Conferencia de Estocolmo, primera cumbre mundial que abordó cuestiones ambientales, poniendo la naturaleza en un lugar destacado en las agendas de los diferentes países que allí se congregaron. A pesar de que las políticas ambientales tienen un espacio limitado entre las prioridades de los gobiernos, por suerte cada vez existe un creciente interés en la participación ciudadana en la gestión pública. Esto implica un proceso de construcción social que desde Red Cambera tratamos de facilitar desde nuestro nacimiento.
Ya sea mirando al cielo o mirando al suelo que pisamos, desde nuestra asociación seguiremos tratando de impulsar siempre la participación de la ciudadanía. Solo de esta manera podremos avanzar para que la ciudadanía conozca cuáles son las medidas más efectivas para cuidar el planeta y, sobre todo, buscar soluciones conjuntas para implementarlas.
Fijándonos en pequeños detalles podremos apreciar los cambios que se están produciendo en la naturaleza y sus efectos. Porque solo con nuestra implicación será posible pasar a la acción para mitigar y adaptarnos al cambio climático. Mientras llega ese día, seguiremos disfrutando de nuestros ríos para convivir con el calor del verano.