El año se despide como lo hacen los ríos cuando el otoño avanza: más despacio, más hondos, llevando consigo todo lo vivido. En Red Cambera cerramos este ciclo con la alegría serena de quien sabe que cada paso dado —en el territorio, en el agua, en las alianzas— ha dejado huella.
Han sido meses de trabajo compartido: kilómetros de ríos recorridos para conocer mejor su estado de salud, proyectos que avanzan gracias a la colaboración entre administraciones, entidades y ciudadanía, encuentros europeos donde la naturaleza nos reúne más allá de fronteras, y espacios de reflexión para seguir aprendiendo cómo restaurar, cuidar y convivir con nuestros ecosistemas fluviales.
Este boletín es, en sí mismo, una pequeña celebración. Celebra el compromiso de las personas que participan, la fuerza del trabajo en red, la importancia de mirar los ríos no solo como cursos de agua, sino como espacios vivos que conectan comunidades, paisajes y futuros posibles.
El cierre del año no es un punto final, sino una confluencia: de aprendizajes, de esfuerzos y de ilusión renovada. Como la tierra descansa para volver a brotar, nos preparamos para el nuevo año con energía, ideas y la convicción de que seguir cuidando la naturaleza es también una forma de celebrar la vida.
Gracias por formar parte de este camino compartido. Que el nuevo año nos encuentre, una vez más, trabajando juntas y juntos por ríos vivos y territorios más resilientes.






