DATOS METEOROLÓGICOS TOMADOS EN LA ESTACIÓN TERMO-PLUVIOMÉTRICA DE TERÁN DE CABUÉRNIGA
Inicio de invierno climático y cambio de las condiciones atmosféricas que se habían mantenido tan estables durante todo el otoño. El anticiclón Atlántico se hace el dueño de la situación y su influencia se deja sentir, alejando las borrascas, pero permitiendo la entrada de frentes no demasiado fríos que dejaron lluvias abundantes y bien repartidas a lo largo de todo el mes, siendo más acusadas durante la primera y última decena de mes. Los vientos dominantes del NW, permitieron unas temperaturas muy suaves, especialmente las mínimas, que se mantuvieron hasta la llegada del solsticio de inverno, que fue el que realmente nos trajo el ambiente frío y las primeras heladas, así como los primeros días soleados, con excepción del episodio del fuerte temporal de lluvia y granizo que afectó a la región durante el último fin de semana de mes, así como la primera nevada de consideración en las montañas. Destacar el potente anticiclón que cierra el año, con presiones que alcanzaron los 1041 hPa.(Máxima registrada), dejando fuertes inversiones térmicas, y cielos inusualmente despejados y limpios. En Cabuérniga, los valores de diciembre, califican a este como: MUY HÚMEDO Y NORMAL DE TEMPERATURAS, la precipitación total del mes, es la máxima absoluta que se registra en la serie, superando el anterior récord, 238 mm, del año 2008, y esos 23 días con precipitación, lo que le ha dado el carácter de poco soleado. Las temperaturas con altibajos, se promediaron, destacar las mínimas que fueron +1,2 ºC más altas., no así las máximas con -1 ºC inferiores, acusando la escasa insolación que hubiera hecho subir las temperaturas diurnas. Con todo, el mes ha resultado muy templado y el frío no se dejo sentir con cierto rigor hasta finales. El año Agro-Meteorológico, arregla su saldo y queda en los valores normales de esta época, acumulando 500 mm. (503 valor normal) Los suelos, finalizan el mes en estado MUY HÚMEDO y con grandes áreas en estado SATURADO. Los cauces fluviales, recuperan sus caudales y sufren altas crecidas y algunos desbordamientos en las jornadas del 27 y el 28. Las montañas al final tienen sus cumbres cubiertas de nieve hasta la cota 1300 m.