PALENCIA, 21 Oct. (EUROPA PRESS) –
La Casa del Oso de Verdeña (Palencia) ha acogido el acto de constitución de la Red Transcantábrica de Custodia del Territorio, conformada por 21 entidades de cuatro comunidades autónomas dedicados a la conservación de la naturaleza y el medio rural.
Según informaron a Europa Press fuentes de la Red, los colectivos y entidades participantes, dedicados a la conservación de la naturaleza y el medio rural, proceden de Cantabria, Asturias, País Vasco y Castilla y León.
Entre las entidades asistentes al acto e implicadas en la red se encuentran la Fundación Oso Pardo, Fundación Oxígeno, Fundación Lurgaia, EDE, Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Fundación Naturaleza y Hombre y Fundación Tecnología y Territorio mientras que entre las asociaciones figuran SEO/Birdlife, FAPAS, Costa Quebrada, ARCERA, Red Cántabra de Desarrollo Rural, Foro Asturias Sostenible para el conocimiento y desarrollo del medio rural, Asociación de Ciencias Ambientales, EAsempervirens, Asociación de Estudios Ornitológicos de El Bierzo ‘Tyto Alba’ y Red Cambera, y las empresas IDEE, Pangea y Besarte, así como el Ayuntamiento del Valle de Mena, en Burgos.
Con el acuerdo, esta red pretende «contribuir a la difusión de la custodia del territorio, así como sus objetivos y beneficios; promover la conservación y gestión activa de la naturaleza, en su sentido más amplio; fomentar un uso responsable y sostenible de los recursos naturales y sensibilizar a la sociedad sobre las estrategias de custodia y gestión sostenible del territorio».
Tras este acto de constitución, la Red Transcantábrica de Custodia del Territorio se incorporará al Foro Estatal de Custodia del Territorio, que alberga a redes y entidades de custodia de todo el país.
La custodia del territorio es un conjunto de instrumentos que utilizan organizaciones sociales y ciudadanas para conservar la naturaleza, el paisaje y el patrimonio cultural de lugares concretos «y no sólo para conservar estos valores, sino también para garantizar que los usos y las actividades –agrícolas, forestales, turísticas o de otros tipos– que se llevan a cabo en estos lugares sean respetuosas con el entorno y no malogren los recursos».