Inspección de ríos

Es el muestreo de ríos por parte de grupos de voluntarios, que distribuidos por las diferentes cuencas de Cantabria, se responsabilizan de un tramo de río de 500 metros elegido por ellos mismos. Toman datos sobre su estado de salud dos veces al año, una en primavera (en mayo) y otra en otoño (en octubre).​

Durante la inspección de ríos se obtiene información sobre la situación de márgenes, usos del suelo, estado de las riberas, hábitat fluvial, presencia de vertidos, colectores y residuos. También se realiza un inventario de flora y fauna.

Además se determina la calidad del río en base a varios índices:

Índice del hábitat fluvial, para saber el grado de heterogeneidad del
hábitat fluvial.

​Índice biológico de calidad del agua, determinada por la comunidad de macroinvertebrados acuáticos.

Índice de calidad del bosque de ribera, que determina el grado de naturalidad o afección de la vegetación riparia en base a su estructura, conectividad y continuidad.

Índice del estado ecológico, que engloba la calidad del agua y del bosque de ribera.

​Con todos los datos obtenidos y enviados por los diferentes grupos de voluntarios se elabora el Informe Anual que describe la situación de los ríos y riberas de Cantabria. Este informe es distribuido a las diferentes administraciones con competencia en nuestros ríos, a colectivos, voluntarios o medios de comunicación. El objetivo es dar a conocer cómo se encuentran nuestros ríos.

​Para poder realizar la tarea de inspección de ríos cada grupo de voluntarios recibe la carpeta de inspección de ríos, que contiene el manual de inspección de ríos, y tiene a su disposición varias actividades formativas.