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Actividad

Cita de septiembre: Sapillo pintojo ibérico

Nuestro protagonista de la cita del mes de septiembre es un pequeño sapo de piel lisa y apariencia estilizada endémico del oeste peninsular. El Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi).
Este anuro fue observado el sábado pasado en un pequeño canal de la localidad de Reocín de los Molinos, en el municipio de Valdeprado del Río. Su distribución ocupa todo el occidente de la península Ibérica, aunque en nuestra región es poco frecuente. Las citas en Cantabria se encuentran principalmente en la costa, desde Unquera hasta Ajo, en el sur de los valles de Liébana y Cabuérniga y en la zona Campurriana, donde el avistamiento de los compañeros de Cambera añada una nueva cuadrícula.
Lo primero que llama la atención al verlo es el llamativo diseño de su piel, de color pardo con tonos rosáceos y grandes pintas verdes más o menos oscuras. Fijándose más detalladamente se puede observar el romántico detalle de su pupila acorazonada que destaca sobre unos ojos saltones.
Generalmente se encuentra en zonas abiertas con abundante vegetación herbácea que utiliza para ocultarse de sus principales depredadores (aves, culebras de agua y mustélidos) y próximas al agua, donde acudirá para reproducirse a partir del mes de octubre.
Las zonas que elige para aparearse suelen ser masas de agua estancadas de poca entidad y habitualmente temporales: pequeñas charcas y charcos de lluvia, cunetas, prados inundados, etc. En ocasiones puede ocupar las zonas más remansadas y menos profundas de cursos de agua o, incluso, aprovechar medios artificiales como fuentes y canales.
El amplexo tiene lugar en el agua y es de tipo inguinal. Las puestas están formadas por 300-1000 huevos depositados individualmente en el fondo de las masas de agua.
La dieta de este sapillo en su fase adulta se compone básicamente de invertebrados como arañas, insectos, caracoles y lombrices. Por el contrario, los renacuajos ingieren fundamentalmente algas y detritos.